Jorge Saavedra se encontraba cumpliendo con sus tareas de rutina, para lo cual generalmente se traslada en una moto propiedad del municipio.
Según informa Seguí Noticias, cuando se había trasladado varias cuadras, cerca del Club Cañadita se percató que no se había colocado el casco, razón por la cual detuvo la moto, solicitó telefónicamente que le acerquen el casco y ya con el mismo en su cabeza siguió su marcha.
Pero lo llamativo es que una vez que cumplió sus obligaciones se presentó en el escritorio de la encargada de ingresos públicos y procedió a abonar la multa de $ 97 que el mismo se había aplicado por conducir sin casco obligatorio.
Fuente: Seguridad, Educación y Cultura Vial