10 Nov 2011
Sistemas de seguridad pasiva: ECG Seat y BLIS, de Ford
Entre las innovaciones en seguridad pasiva encontramos dos interesantes propuestas, una es el ECG SEAT, monitorizando el ritmo cardíaco, y BLIS que ayuda a los conductores a visualizar el "punto muerto".
ECG Seat
Este sistema entra dentro de la categoría de seguridad pasiva, porque es un sistema de monitorización constante de nuestro ECG (Electrocardiograma). Repartidos por todo el asiento del conductor, unos sensores miden y registran el ECG continuo del conductor estudiando si hay anomalías o síntomas de algún problema de salud.
Cuando nos hacemos un chequeo y nos hacen un ECG, bastan unos segundos para entender el patrón y encontrar anomalías. Lo mismo ocurre con el sistema ECG Seat, pero la monitorización constante es necesaria para detectar ese momento en el que “de repente, nos encontramos mal”. Es un sistema de prevención, más que de reacción. Eso significa que cuando el sistema detecta una anomalía podría efectuar ciertas acciones como:
Recomendar al conductor que salga de la carretera y se encamine a un lugar de reposo (siempre con parámetros tranquilizadores, como un mensaje suave en la pantalla, una voz adecuada si el sistema es capaz de activar la voz…)
En el caso de tener un problema o alteración en el ECG, el sistema puede enviar esa información a los servicios de emergencia para que vengan prevenidos, y así ganar un tiempo precioso al efectuarse un reconocimiento previo
Llegado el caso, el sistema del ECG Seat podría activar otros dispositivos como el avisador de cambio de carril, la ayuda de mantenimiento de carril, el Active City Stop o el limitador de velocidad, de forma que se minimicen las consecuencias de la pérdida de control del conductor.
BLIS
No hay cosa que me ponga más nervioso que el tiempo que pasa entre que veo por mi espejo interior una moto que me va a adelantar, y el momento en que aparece en mi espejo retrovisor lateral. Ese intervalo en el que no se dónde está la moto es peliagudo, y no me gusta. Cuando más lo sufro es cuando salgo o entro a un circuito en fechas de Gran Premio.
Por eso, un sistema como BLIS es una gran ayuda para tener mayor seguridad a la hora de evaluar qué pasa en el ángulo muerto. Morrillu nos explicó hace tiempo, de forma estupenda en mi opinión, qué es y cómo se minimiza el ángulo muerto, pero el sistema de Ford significa un paso más hacia la tranquilidad. La pena es que no lo pude probar al volante, pero nos hicieron una demostración como copilotos. Una pena porque me quedo con las ganas, de momento, de probarlo siendo yo el conductor.
El sistema BLIS de Ford funciona mediante dos radares de haz múltiple que se encuentran en las aletas laterales traseras. Una vez que un vehículo comienza un adelantamiento y se sitúa en el punto de ángulo muerto, un indicador luminoso se enciende en nuestro retrovisor. Sencillo, efectivo. Claro que es mucho más útil en el caso de motos que de coches, ya que los coches pasan menos tiempo dentro del ángulo muerto que las motos.
Protector de puertas
A veces la solución más simple es la mejor. Y después de haber visto durante años cantidad de puertas melladas por el mero hecho de no tener cuidado cuando alguien se baja del coche, este invento me parece lo mejor. Veamos, cuando uno sale del coche en cualquier lugar, debería tener cuidado con cómo abre la puerta: puede haber otro coche al lado, con lo cual podemos estropear su puerta más que la nuestra; puede haber una columna o un bolardo o una farola, con lo cual, adiós a la nuestra.
No todas las columnas son las columnas de nuestra plaza habitual de aparcamiento. Si, esa columna que muchos forran con cartón, con gomaespuma… para que si le dan un toque no pase nada. En el mundo real, ahí fuera, no hay gomaespumas. ¿Cuál es la solución de Ford? Una pieza de plástico con un sistema retráctil tal que al abrir la puerta el sistema se despliega, y al cerrarla se pliega. ¿Ingenioso? Si. ¿Costoso? No. ¿Útil? Un millón de útil.
Si nos fijamos, llevamos comentados un montón de sistemas de seguridad, algunos más complejos que otros, otros sencillos hasta decir “basta”, pero entre todos aportan su granito de arena a la hora de ponernos en ruta de la forma más segura posible. De eso se trata, la suma de todos los sistemas nos deberá llevar cada vez más cerca de la seguridad total. Ese es el futuro que, seguramente, veremos todos.