Muchos de los encuestados ni siquiera conocían de qué se trataba eso. La mayoría mostró preocupación por la ropa de abrigo, dadas las bajas temperaturas, pero ninguno llevaba un kit especial para la conducción sobre posible nieve.
Además, muy pocos habían colocado aditivos al agua o al combustible para evitar el congelamiento. Tampoco habían previsto la posibilidad de quedar varados en el caso de que se acumule un exceso de nieve sobre la ruta.
Fuente: Los Andes