Las bicisendas, muy cuestionadas por los automovilistas, pudieron mostrar ayer sus beneficios y ventajas, a la hora de tener que moverse por la Ciudad. Ante la misión, casi imposible de subirse a un colectivo o un taxi, un gran número de porteños no dudó en optar por la bicicleta.
De acuerdo a los datos de la Subsecretaría de Transporte, ayer el sistema de bicing, que funciona desde diciembre del 2010, estuvo saturado en las horas pico.
En tanto, durante todo el día también hubo un incremento en la demanda del servicio: la cantidad de viajes fue de 3.348 contra los 3.000 que se registran habitualmente, publica el diario Clarín.
Las bicicletas amarillas –las que identifican a la administración capitalina- no pasaron desapercibidas ayer por las calles del centro porteño, pero no fueron las únicas. También fue llamativo ver un importante número de trabajadores- en traje- regresando de la extensa jornada laboral con sus propias bicis.
Fuente: Infobae