Los cambios demográficos de las últimas décadas en España ha transformado profundamente la pirámide poblacional, produciendo un notable envejecimiento de la población. Teniendo en cuenta que la edad es un factor determinante en el aumento de las personas con discapacidad, se hace imprescindible prestar especial atención a este colectivo.
Según los últimos datos publicados por el INE, en España hay 3.850.000 residentes en hogares que afirman tener alguna discapacidad o limitación. El 67,2% de estas personas presentan limitaciones para moverse. De ellas, tan sólo un 4,6% dispone de vehículo propio adaptado.
El trasporte para personas con movilidad reducida debe considerarse como un servicio para el ciudadano y convertirse en una preocupación constante para nuestros gobernantes. Empresas como Rehatrans, dedicada a la adaptación de vehículos para personas con movilidad reducida en España, luchan por facilitar la vida de este colectivo, poniendo a su disposición soluciones basadas en la integración, la seguridad y el confort.
Viajar junto al resto de pasajeros
Si hace años las personas que viajaban en silla de ruedas tenían que hacerlo situados en la parte trasera del vehículo, como si fueran parte de la carga, y en ocasiones junto a las maletas, hoy por hoy la situación ha mejorado notablemente.
Uno de los principales objetivos de Rehatrans es conseguir que las personas con movilidad reducida estén totalmente integradas con el resto de pasajeros cuando viajan. Por este motivo, la adaptación de los vehículos se realiza de tal forma que la silla de ruedas quede al mismo nivel que el resto de asientos consiguiendo así la máxima integración, en lugar de quedar relegados a un espacio diferente y aislado del resto.
Concienciar sobre el uso del cinturón y anclajes: la tarea pendiente
Según una encuesta realizada por Rehatrans entre sus clientes, el 65% de ellos indicaban que en trayectos cortos no usaban el cinturón de seguridad. Por ello, se hace necesario concienciar a toda la sociedad de la necesidad de poner a disposición de este tipo de vehículos todas las medidas de seguridad oportunas para el transporte de sus viajeros.
A menudo las malas prácticas en las que se incurren ponen en peligro, no sólo a quien viaja en silla de ruedas, sino también al resto de pasajeros del vehículo. En caso de accidente si una persona que viaja en silla de ruedas no va anclada correctamente no sólo correría peligro su integridad física, sino también la del conductor, ya que el peso de una silla de ruedas más el de su ocupante chocando a tan sólo 60 kilómetros por hora contra el asiento delantero podría causar la muerte de su conductor, por aplastamiento.
No separar la carga del resto de viajeros o situar al pasajero tumbado en el asiento trasero puede resultar altamente peligroso. La colocación de la silla de ruedas también ha de ser la adecuada, orientándola en dirección a la marcha del vehículo. Además, hay que tomar el tiempo necesario para asegurar la silla de ruedas y al ocupante de manera correcta.
“Colocar los anclajes de manera adecuada a un pasajero con movilidad reducida, así como anclar la silla de ruedas al vehículo de manera efectiva es una tarea a la que deberíamos dar la misma importancia que ponernos el cinturón de seguridad”, afirma Gerardo Miguel Garrido, Director de Operaciones de Rehatrans.
Los vehículos adaptados para el transporte de personas con movilidad reducida deben incorporar no sólo sistemas de retención de la silla de ruedas sino también del ocupante de la misma y deben estar homologados bajo ensayos según directivas europeas y la directiva española UNE 26494.
Rehatrans, no sólo ofrece soluciones de adaptación que cumplen con toda la normativa referente a seguridad, sino que además realiza con frecuencia tareas de concienciación sobre la importancia de la seguridad en el transporte de personas con discapacidad.
Fuente: Revista Travesía